¡Hola a todas!
La publicación de hoy nos llevará atrás en el tiempo. Verás qué cosméticos utilizaba cuando era adolescente, cómo me quedaba el maquillaje y si disfrutaba pintándome. Aquí está mi primer bolso de maquillaje. Estás invitada a leer mi entrada tipo diario.
BASE DE MAQUILLAJE Y CORRECTOR
Estos son los cosméticos básicos que debería tener cada mujer. Naturalmente, de gran importancia es la selección del tono y la fórmula adecuados. Para verificar esto, échate una pequeña cantidad del producto en la línea de la mandíbula. Si se absorbe y no deja manchas, has encontrado el producto perfecto para ti. No hace mucho tiempo no sabía mucho sobre el maquillaje. No sabía que los correctores y las bases de maquillaje pueden combatir las bacterias, así como también nutrir e hidratar la piel. Por lo tanto, me compraba los productos más baratos porque, después de todo, el dinero del que dispone una adolescente no es demasiado. Por supuesto, poco sabía sobre la aplicación. Como muchas chicas a esa edad, me echaba muchas capas de base, sin difuminarla con precisión cerca de las orejas, el cabello y la mandíbula. Con suerte, pronto descubrí que no tenía que llevar este ‘efecto de máscara’ en la cara. Tenía un problema similar con el corrector. No sabía cómo combinar el tono del correcto con el de la base. ¿El resultado? Manchas oscuras o pálidas que arruinaban todo el maquillaje. Después de todo, me alegro de haber sabido dónde ponerme el corrector. Me echaba en las decoloraciones, el acné y las ojeras.
RÍMEL
Echarse capas gruesas de rímel es cosa de adolescentes. ¿El resultado? Pestañas pegadas que parecen más patas de algún insecto que unas pestañas naturales. Así que, ¿cómo ponerse el rímel de la manera correcta? Limpia el exceso de cosmético en un pañuelo de papel o en la boquilla del tubo de rímel. Luego pon el aplicador cerca de las raíces de las pestañas y muévelo en zigzag hacia arriba hasta llegar a las puntas. Si tienes un cepillo con las cerdas ampliamente dispuestas, te será más fácil separar las pestañas. Recuerda elegir un rímel que tenga las cualidades que más desees, como por ejemplo, alargar, rizar o engrosar.
SOMBRAS DE OJOS
Cuando era adolescente elegía las sombras en tonos naturales, pastel y delicados. Por supuesto, tenía un delineador de ojos, pero no lo usaba con demasiada frecuencia. No recuerdo haber comprado cosméticos azules, rosas vívidos o con brillos. La única desventaja de mis primeras sombras de ojos era la calidad. Los productos que utilizaba para hacer mis párpados más bonitos me los compraba en tiendas locales que vendían todo tipo de cosas. Quedaban bien durante unas pocas horas para descascarillarse enseguida y arruinar el maquillaje.
COSMÉTICOS LABIALES
Cuando recuerdo el cuidado que daba a los labios, debo admitir que no prestaba atención a su estado. Quiero decir, no estaba acostumbrada a hidratármelos o exfoliarlos. En cambio, me echaba un montón de brillo de labios. Sin embargo, no me gustaba la fórmula pegajosa que tenían, me deshidrataban los labios y eran súper brillantes. Hace unos años no teníamos una gran variedad de cosméticos labiales como los que tenemos la suerte de tener hoy en día (bálsamos labiales mate, pintalabios en líquido y bálsamos labiales inspirados en el motivo del unicornio).
¿Cómo era tu maquillaje cuando eras adolescente?