El cuidado de la piel atópica no es tan simple como parece. En ella concurren inflamación recurrente, picazón y sensación de ardor constante unida a la hipersensibilidad a cualquier alérgeno. ¿Cómo lidiar con ello y no volverse loco? Descubre los mejores trucos de cuidado de la piel y los mejores productos en este post.

¿Qué es la piel atópica?

Si se te agrieta, se te escama y te pica la piel, probablemente tengas piel atópica. Cada vez más gente padece de piel atópica. Se estima que aproximadamente el 11% de la población mundial sufre de dermatitis atópica. Se diagnostica principalmente durante la infancia, pero no siempre es así.

La causa de la dermatitis atópica es la atopia, es decir, un trastorno del sistema inmunológico que viene determinado genéticamente y que puede causar los siguientes síntomas alérgicos:

• urticaria en todo el cuerpo.
• problemas en los senos paranasales.
• fiebre del heno estacional y conjuntivitis.
• asma bronquial.

Existen varios factores predominantes en el origen de la atopia: la genética, el sistema inmunológico o los agentes agresores externos, entre otros. Además, la piel atópica es súper sensible a los alérgenos y al estrés.

Dermatitis atópica: síntomas

La dermatitis atópica se expresa en forma de:

• un sarpullido repentino que desaparece después de un tiempo.
• piel inusualmente sensible.
• miembros de la familia que sufren de asma, fiebre del heno o grietas en los talones.
• piel muy seca y con picor.
• manchas rojas por todo el cuerpo.

Emolientes en el cuidado de la piel atópica

Lo ideal es usarlos durante la fase de remisión y cuando se experimente:

• picor continuo.
• sensación de ardor.
• inflamación en la cara, cuello, hombros, dorso de las manos y los pies.
• pies agrietados.

Los productos con emolientes son los más beneficiosos para el cuidado de la piel atópica. Los dermocosméticos son los mejores. Estos son productos de venta libre (sin receta médica) disponibles en la farmacia o prescritos por un dermatólogo. Entre los emolientes, los más eficaces son la urea, la parafina, la vaselina y la lanolina.